viernes, 30 de enero de 2009
Insomnio
Pisó la calle aún con lagañas en los ojos, sabanas en los pies y confiada de que el frío otoñal le despabilaría las venas y le devolvería la conciencia, pero ese martes de mayo el frío no fue suficiente. Se acurruco dentro del tapado, atrincheró sus manos en los bolsillos y camino con más prisa (toda cuanta sus pies pudieron lidiar con las sabanas violetas).
Camino al trabajo intentó reconstruir lo soñado, con mucha paciencia pero obviamente sin éxito. Sabia que tenia que encontrar algo en ese sueño. Recordó que todo transcurría en una casa de veraneo, aunque no sabia que era lo que la hacia de veraneo. Que gritaba su hermano? No lograba escucharlo.
La noche no dejaba del todo la ciudad y eso no la ayudaba a reaccionar, llegó a la oficina todavía entredormida. Ni el café lograba hacerla reaccionar. La pequeña araña de su sueño estaba ahora sobre su escritorio intentando convencerla de que esa no era su oficina, de que aun seguía en la cama y que la única forma de despertar era gritar.
Vencida por la impotencia ante la modorra, gritó tan fuerte que el guardia de seguridad de la puerta principal se presentó al instante con arma en mano y una gota cayéndole sobre la frente. Pero la araña seguía ahí mirándola jocosa.
Pasadas las horas, aún no se despabilaba y además de la araña inmortal sobre su escritorio, tenia la mirada del guardia que cada tanto pasaba para ver si estaba bien o si prefería que llamase a su hermana, que según él, era muy buena terapeuta.
Camila no era de las personas que predestinan los días acorde a como estos comienzan, pero esta ves se limito a tomar un taxi con destino a su cama. Viaje que supuso, pagaria la araña.
jueves, 8 de enero de 2009
Solo un botón ?
Yo jugaba a las Barbies hasta que un día puse PLAY en la video.
A las primeras imágenes no le preste atención pero el formato, la música, la imagen, la violencia, el amor, brotaban de la pantalla hipnotizándome.
A medida que Mickey se desplegaba en la historia, me devoraba.
A las primeras imágenes no le preste atención pero el formato, la música, la imagen, la violencia, el amor, brotaban de la pantalla hipnotizándome.
A medida que Mickey se desplegaba en la historia, me devoraba.
Era, claro, lo opuesto a un príncipe azul, nada que ver con el Ken y una familia feliz en un castillo de cristal.El contraste era tan abrupto como doloroso, pero extremadamente fascinante.Una sensación completamente nueva apuñaló mi cuerpo y sentí las venas ebuyecer.
Le tenía miedo, pero lo deseaba.
La vi. de corrido tres veces. Una noche ent era.
El plus, claro esta, era que lo hacia a escondidas.
La primera vez solo escuchaba la música y me dejaba golpear por las imágenes.
La segunda vez descubrí que contaba una historia.
La tercera vez ya hasta repetía los diálogos.
- do you believe in fate, Mallory?
A la mañana siguiente espere encontrarla en la video para poder verla cuando nadie este, pero ya no estaba ahí, busque con que entretenerme y cuando me quise dar cuenta ya no recordaba nada, Mickey solo era como un difuso sueño alocado.
Hasta que una tarde de lluvia, decidiendo de ente un listado de películas para alquilar, un titulo llamo mi atención.Me bastó con la presentación y las primeras imágenes en pantalla para saber que yo ya había la visto y sentí algo que era ext raño aunque ligeramente conocido.
Desde esa noche a hoy, cada tanto "necesito" verla para verlo. Reencontrarme con el. Sentir lo nuevo una vez màs.
Anoche volví a verla completa y luego a re-ver alguna que otra parte, hoy al despertar, hago otro análisis de mi fascinación, pero analice por donde quiera, la fascinación esta ahí, a flor de piel en cada imagen, La puñalada es la prueba.
Anoche volví a verla completa y luego a re-ver alguna que otra parte, hoy al despertar, hago otro análisis de mi fascinación, pero analice por donde quiera, la fascinación esta ahí, a flor de piel en cada imagen, La puñalada es la prueba.
Lo sé, probablemente las demás niñas se enamoraron del galán de la novela, o del cantante con melodías de color rosa. Afortunadamente, Mickey Knox llego a mí mucho antes que los otros, y marcó un parámetro, rompió mi esquema.
Aun así, lo sé, si pudiera volver a esa noche volvería a poner play.
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