Fui hasta ahí y no estabas. Cuando te encontré, lejos estabas de acercarte. Yo no vi la señal de cruce, yo no vi que se me pasó el semáforo. Si espero el próximo puede sea tarde, cruzar así la avenida será peligroso pero esquivar los autos es fácil si te tomo como punto fijo. No te muevas, no simules. Voy por vos.
Si caigo en el intento va a doler menos. Tengo que saber, tenes que decírmelo, si no es de tu boca sólo será un mal sueño, si no inmolas esto enfrente nuestro, serás una ausencia permanente, no tendré cuerpo al que velar.
Es muy fácil saludar del otro lado de la avenida. Es tan ingenuo tu temor que llega a ser cruel. Es tan dócil tu voluntad que ya no la quiero tentar.
La devoción no es un indicio de amor, debí adivinar cuando nos prendías velas.
Te espere y no era esa una opción. Te di el tiempo sacándolo del mío.
El error fue de puntería. La distancia y el impulso, la fuerza, estaban mal direccionados y sólo conseguí rozarte el corazón.
La cobardía no es algo que consiga la absolución, así que ni te arrodilles ni pidas perdón.
Y entre todo esto ya se me paso de nuevo. O es que ya se había pasado?
No importa, en cinco minutos cronometrados tendré luz verde y voy a cruzar igual, aún si no estas del otro lado ( no estés del otro lado!), porque ya no cruzo para encontrarte, voy a cruzar solo para no quedarme de este lado, que en definitiva, no es el mío sino que era el nuestro.
jueves, 19 de marzo de 2009
viernes, 6 de marzo de 2009
domingo, 1 de marzo de 2009
Sala de espera
Dolor de verte sufrir y temer. Impotencia de verte dejar y perder. Bronca de tener que limitarme a observar y acompañarte, pero no poder sanarte o por lo menos aliviarte. Empecinada en desear que no te duela lo inevitable. Agotada de esperar eso que ya no se que es lo que espero, pero no tan agotada como para no seguir esperando. Y a pesar de haberte dicho todo, mi sensación es de que fue poco, y aun así no sabría que agregar.
Cómo prepararse para la ausencia sí todavía estas? Es como intentar imaginar la nada, el infinito, o la inmensidad del mar.
Tacón o zapatilla? No importa, sobre el agua da igual, y con maquillar mi cara esta vez no creo que te pueda engañar.
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